El bonsái de jade, también conocido como Crassula ovata, es una planta suculenta que se utiliza comúnmente para crear hermosos bonsáis. Es originario de Sudáfrica y se caracteriza por sus gruesas hojas carnosas y su tronco leñoso y retorcido.
El bonsái de jade es una planta de crecimiento lento y puede alcanzar alturas de hasta 90 centímetros cuando se cultiva en condiciones ideales. Sus hojas son ovaladas, de color verde brillante y pueden almacenar agua, lo que les permite resistir períodos de sequía.
Una de las características más distintivas del bonsái de jade es su capacidad para desarrollar un tronco grueso y envejecido. Con el tiempo, el tronco adquiere una apariencia rugosa y su color se vuelve marrón. Esta apariencia añade un aspecto de madurez y belleza a la planta.
El cuidado del bonsái de jade es relativamente sencillo. Requiere una exposición a la luz brillante pero indirecta, por lo que es ideal colocarlo cerca de una ventana soleada. También necesita un riego moderado, permitiendo que el sustrato se seque entre riegos para evitar el exceso de humedad.
Al momento de la compra se te enviará una ficha técnica con los cuidados y las curiosidades de la planta.
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